Para ti que sonríes alto en días bajos, que caminas
descalza y esconde los zapatos bajo la cama. Que quiere con el alma y trabaja
con la valentía e ilusión rozando las yemas de los dedos. Que saborea cada
lágrima dedicándole un guiño de ojo y un gesto de fuerza. Que cae y se levanta apoyándose
en sus propias manos. Que habla alto por su libertad cuando los demás esperan
un silencio más.
Para ti que el espejo te devuelve su reflejo con mimo,
que te lanza una risa voladora para convertirla en la melodía de tu vida. Que bailas
al compás de todas las notas, que piensas en voz altas y te equivocas. Que eres
consciente de que la perfección aburre, y la imperfección es lo más valioso del
mundo. Benditas imperfecciones que nos hacen ser, a secas.
Para ti que caminas a paso lento cuando el reloj se
retrasa, que te alimentas de abrazos y besos amados, que sabes querer -no más o
menos, sino bien y de verdad-, que coges impulso y las palabras saltan tan alto
como tus ganas de cumplir cada uno de los sueños más lejanos que tienes cada
noche y se quedan guardados en la almohada.
Para ti que escuchas música y te emocionas, que lees
un libro y te emocionas, que escuchas a alguien hablar con profundidad y te
emocionas. Que sabes llorar de alegría, amor, tristeza, error, impotencia, ira
y sinceridad. Que sabes que las lágrimas no son tabúes, que los días de llantos
continuos existen, que sabes lo que es perder y sonreír. Que sabes lo que es intentarlo,
fallar y reír. Que sabes que las prioridades de la vida no tienen ni precio ni marca
ni fecha de caducidad.
Para ti que acaricias tus complejos, que te pierdes
en los paseos de por la mañana y en la luna llena que alumbra la oscuridad. Que
te quieres porque te lo mereces, que no eres menos que nadie, que no tienes que
quedarte rozando el suelo, sino que debes salir disparada hacia la realidad y disfrutarla con todas tus ganas porque vida hay una y la tienes en tus manos para
mimarla.
Para ti que eres tierra y aire, que eres manta en
mitad del invierno, que eres flor en primavera, que eres frío en verano, que
eres hoja en otoño. Que eres catorce de febrero, ocho de marzo y veinte de
marzo. Que eres Let it be, Skyscraper, y cada acorde de Beautiful. Que pones en
desventaja a la eternidad.
Para ti que te burlas de los prejuicios, que amas la
libertad y pones una mano en la espalda de cualquier persona que necesita un
pequeño empujón hacia la felicidad. Que desconoces el arte que tienes en tu
interior en forma de corazón.
Para ti
que haces de un martes cualquiera
un recuerdo inmarcesible.